El proceso artesanal que conlleva la elaboración de nuestros rones—la transformación cuidadosa de la caña de azúcar en una esencia sublime—es lo que nos apasiona. Y queremos compartir esta pasión con ustedes.
Es nuestra constante búsqueda de la inovación y la perfección la que nos permite preservar el sabor y carácter que hace a Don Q el ron preferido en la tierra del ron, Puerto Rico.
Se tritura la caña de azúcar y se hierve el jugo para extraer el azúcar cristalizado. Lo que queda es la melaza, la base del ron.
La melaza retiene aproximadamente el 50% del azúcar del jugo de caña; esta es la base de todo el proceso de elaboración del ron. Seleccionamos la mejor melaza disponible para asegurar una fermentación consistente.
Con las aguas frescas que fluyen del Río Inabón, diluimos la melaza para prepararla para su fermentación.
El rico aroma del ron nace de un cultivo vivo de arranque: la levadura utilizada para llevar a cabo el proceso de fermentación. En Don Q, hemos mantenido viva y en uso nuestra cepa exclusiva de levadura por más de 75 años.
La levadura transforma naturalmente los azúcares de la melaza en alcohol, y produce otros compuestos al mismo tiempo. Los organismos pequeños actúan como una huella digital especial. La mezcla específica de los elementos que activan define el sabor esencial del Ron Don Q.
Una vez que la levadura ha hecho su trabajo, el líquido resultante se llama "cerveza" — básicamente un "puré" de melaza con bajo contenido de alcohol. Este es el punto de partida para la destilación.
Una ciencia delicada que elimina los elementos no deseados, a la vez que mantiene el sabor característico de nuestra receta. El alcohol se libera de la "cerveza" y se condensa en un licor. Don Q se destila cinco veces, lo que elimina las impurezas para un aroma exquisito, textura y un acabado puro y limpio.
Todos los rones Don Q se añejan por lo menos un año en barriles de roble blanco americano carbonizado para impartir sabor y carácter. La interacción de la madera y el ron madura y adereza el licor y también dota nuestras variedades Añejo y Gran Añejo con un lujoso color dorado.
Una vez que el ron se ha añejado, comienza el arte exigente de la mezcla. Este es el dominio exclusivo de nuestro mezclador principal, conocido también como "la Nariz". Los rones oscuros y claros se combinan meticulosamente con Soleras (rones de más de 40% de contenido de alcohol directamente de la barrica). Cada lote de nuestro ron pasa su examen de expertos antes de llevar el nombre Don Q.
Para Don Q Cristal, después del añejamiento y la mezcla sigue la filtración de carbón que crea el perfil de sabor sutil pero distintivo de un excelente ron claro. El carácter puro, claro y delicado de Don Q Cristal lo hace ideal para una amplia gama de cócteles refrescantes, que incluyen el mejor mojito del mundo.
Para los rones Don Q con sabores, utilizamos sólo ingredientes naturales para infundir los sabores más auténticos, brillantes y frescos. La menta fresca, el limón verde fresco (“key lime”) o o el coco suntuoso se mezclan con el ron en precisa duración, para alcanzar el equilibrio y la complejidad idónea. De hecho, cada uno de nuestros rones con sabor tiene su propio grado de alcohol; cada sabor sobresale en un grado específico de alcohol en el ron.
Todos los rones Don Q se embotellan localmente en nuestra destilería para garantizar la más alta calidad y consistencia. El licor en cada botella es un testimonio al cuidado experto y a los siglos de conocimiento que distinguen a Don Q y a la Destilería Serrallés.
En los rones blancos, el sutil aroma floral y a roble con sólo un toque de azúcar morena, es un perfil de sabor muy deseable. En cuanto a los rones oscuros o añejados el objetivo es lograr una complejidad rica proveniente de los sabores de vainilla, "butterscotch" y caramelo que se destacan sobre toques de roble, canela y nuez moscada.
Un buen ron debe ser singular en sí mismo y revelar sus orígenes a través de sus sabores. Su punto de origen en la melaza debe ser evidente, pero no abrumador. Se debe reconocer inmediatamente el aroma como el del ron, y no el de ningún otro licor.
El ron fino se debe destilar con la máxima atención al detalle. Al igual que un maestro tallador labrando un bloque de madera, el destilador procura eliminar cuidadosamente los materiales que no son necesarios para revelar la belleza innata del licor. El aroma de los rones inferiores puede ser áspero o desagradable debido a la producción acelerada. Y la producción a gran volumen contribuye a que no se eliminen las impurezas indeseables.
En los rones con sabores, la infusión de sabores brillantes y frescos es esencial, al igual como lo es el equilibrio perfecto entre el sabor del ron y la infusión. Los mejores rones con sabores son cuidadosamente mezclados con ingredientes naturales y no se le añaden sabores artificiales.
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